Si aún no tengo palabras para lo que recuerdo, ¿lo podré recordar después de que las aprenda?
Siempre ha sido un misterio que no podamos recordar nuestras vivencias o experiencias de cuando éramos bebés o niños pequeños. Probablemente, si tratamos de rastrear un recuerdo medianamente confiable, quizás nos encontremos con uno a los 4 años. Otras veces, podremos encontrarnos con la sorpresa de que algo que creíamos que recordábamos de nuestra infancia temprana, resultaba ser algo que nuestros padres nos habían contado antes o que habíamos visto en alguna foto familiar. Sin duda, este es un fenómeno bastante interesante y un verdadero enigma para la psicología y la neurociencia del desarrollo. Infortunadamente, hasta el momento no tenemos respuesta para la pregunta a por qué "olvidamos" o somos "incapaces" de recordar los eventos de nuestra tierna infancia. Sin embargo, la evidencia ha mostrado que la adquisición o desarrollo del lenguaje parece tener un papel fundamental. Por eso, a continuación revisaremos un estudio en el que las investigadoras se pregunt